Romanillos de Atienza
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lunes 22 de septiembre de 2008
Inventario del Abuelo
Que pena, murió mi abuelo
Se marchó, y no dijo nada
Mi otro abuelo murió hace tiempo
Y mis abuelas, y dos tías.
Esta es una época mala
Pero aún así y todo
Siempre hay cosas que agradan.
Mis tíos me han elegido
Y parece cosa rara
Para hacer el inventario
De la herencia
Y es algo, que a mi me agrada
He de hacer de secretario
Contable, y no se cuantas cosas
Que yo no estoy preparado
Se me nota.
No te preocupes me dicen
Que esto es cosa muy fácil
Solo vas tomando nota
Además me pagarán
No me importa que me paguen
Aunque nunca viene mal.
Mas lo importante del acto
Es que yo seré importante
Seré un contable elegante
Con deseos de agradar
A mis tíos y mis tías
Y también a los demás
No corras chico me dicen,
Mis padres para entrenar
Y mis tíos y mis tías
¡Toma nota! Nada más.
Bueno, bueno ya veremos
¡Les digo Yo! Ya se verá
No creo que sea fácil
Ni difícil. Laborioso
Nada más.
Pero eso ya lo veremos
Porque el tiempo lo dirá
Esperemos llegue el día
Seguro que llegara.
Pero hoy ha llegado el día
Hoy ya vamos a empezar
Me he dormido en el camino
Acabo de despertar
Por eso no he visto nada
De la entrada en el lugar
Al bar nos vamos directos
Me dicen que a repostar
A mi traen un vaso
De leche con miel del pueblo
Dicen que la leche es buena
Y que mantiene el cerebro
Me traen unos sobaos
Que apenas puedo tragar
No por malos, que empalagan
Se pegan al paladar
Pero con leche del pueblo
De la vaca del Tomás
Los voy pasando
Y tragando...
Tengo ganas de empezar
Y después del protocolo
Que nos han hecho en el bar
Vamos a casa el abuelo
Todo listo.
A empezar
Entramos en una casa
La más grande del lugar
Pero vieja, está muy vieja
La tendrían que arreglar
La puerta de esta casona
Como la suelen llamar
Es de madera maciza
Eso dice el tío Blas
Y los demás.. No lo niegan
Luego debe ser verdad
Pero aunque de madera sea
La deberían pintar
Que le hace falta pintura
Como humor en carnaval
Pasamos de puerta adentro
Se respira la humedad
Ese olor desagradable
De estar la casa cerrá
Un portalón tan inmenso
Difícil de imaginar
Con un poyo como asiento
Y en el centro, hubo un pozo
Hoy solo queda el brocal.
Sobre el brocal hay un arco
Y en el arco hay un pozal
Suspendido en su carrucha
Y por supuesto oxida
De aquí sacaban el agua
Fresca en verano
Y en invierno templá
También en ambas paredes
En la de acá y la de allá
Hay cosas que yo no entiendo
Ni para que servirán
Me dice mi tío Lucas
Delante del tío Blas
Que son cosas del abuelo
Ornamentales na más
Pero llaman mi atención
En este gran pabellón
Un yugo, pero sin flechas
(esto ya son frases hechas)
Lo digo de corazón
Este yugo, dijo mi padre
Es el que usaba el abuelo
Para uncir a los bueyes
Y tirar de la carreta
Antes de venir tractores,
Máquinas y furgonetas
Antes tampoco tenían
Frigoríficos (neveras)
Pa refrescar la bebida
Agua del pozo. ¡De veras!
Junto al yugo hay otras cosas
A las que llaman colleras.
También al yugo va unido
(La lavija y el barzón)
con una buena mediana
donde se unía el timón
y en esta otra pared
tenemos a la derecha
la silla del carro (aperos)
y también otra collera
que yo veo diferente
es decir (de otra manera)
Estos aperos del carro
Aquellos de la carreta.
En la pared de aquí enfrente
Tenemos la cantarera
Dos cántaros, dos tinajas,
Y un botijo... una linterna
Un candil y sin torcía
Un farol, pero sin mecha.
Tras escribir estas cosas
De pronto abren otra puerta
Estamos en la cocina
¡Que cocina, mas mal echa!
Veo cosas que no entiendo
Otras, solo entiendo a medias
Más yo intento poner orden
Sobre todo con paciencia
Todo el mundo toca todo
No dejan las cosas quietas.
Por favor que alguien me ayude
A enumerar esta trastienda.
Mira este es el fogón
El llar y la chimenea
Los morillos y los trébedes
Aquí quemaban la leña
Entonces no había gas
Pa calentar la puchera
Ni butano, ni estufa eléctrica.
Hoy las cosas han cambiado
Para mejor. ¡No lo se!
Responde la tía tecla
Vaya nombre el de mi tía
Pues cualquiera lo diría
Con lo bonita que es ella
Cualquiera la tocaría
Y la vida se jugaría
Si es que el abuelo viviera
Aquí estaba el leñero
Donde hacinábamos leña
Para quemar poco a poco
O al ritmo que más convenga.
Aquí; esto es un armario
Lo que llaman alacena
Donde guardaban, sartenes
Parrillas, pinzas, tijeras
Para poder cocinar
Comida, merienda o cena.
Los vasares son inmensos
Ya ves cuantas cosas viejas
Yo no quisiera tener
Los años que tienen ellas.
Cualquier que nos oyera
Su actuar y mi paciencia
Diría que esto es un ligue
Entre yo, y mi tía Tecla
Estos vasares inmensos
Repletos de cosas bellas
Como platos decorados
Jícaras, fuentes, tetera,
Varios juegos de café
(alguno le faltan piezas)
Pucheros, ollas, poncheras,
Alcuzas de chapa y vidrio,
Porrones y vinagreras
Y un sinfín de cosas más
Que dice la tía tecla
No saber como se llaman.
¡Esto es una picadera!
Esta fuera del vasar
En dos clavijas bien puestas
Servía para picar
Cebollas y otras especias
En días de la matanza
Para aliñar las conservas.
Esto parece un mortero
Si, porque es de madera
Y este otro el almirez
Cobre macizo ¿Te enteras?
Si, si. Si me entero
No lo parece colega.
Es que estaba distraído
Con tantas cosas. ¿Tan bellas?
Pues cualquiera pensaría
Que te enamoras de ellas
Y no ves los sentimientos
Que yo tengo hacia ti. Prenda.
¡Como eres tía querida!
Alto ahí. Llámame Tecla
Y puedes tocar si quieres
Porque a mi no me molesta
Más bien todo lo contrario
Lo deseo, ¡y me contengo!
Espero que no te ofendas
Porque lo que estoy pensando
No lo deseo a las bestias.
Bueno, bueno... continúa
Sigamos pues dice ella.
Seguimos el inventario
¡Que rosario! Cuantas cosas
No son rosas. Son estrellas
Es todo un mundo artesano
Que los años, y no en vano
Revalorizan sin tino
Este ha sido el camino
Del recuerdo familiar
Y no de llegar aquí,
Sino.. De saber llegar.
Esto es un calentador
¡Si es una sartén inmensa!
Tiene tapa. ¿No lo ves?
¿Porque no tienen aquellas?
En esta echaban las brasas
Ponían la tapadera
La pasaban por la cama
Y así calentaban ésta
Había otros, claro está
Bolsa de goma, o botellas
Que llenaban de agua hirviendo
Ladrillos, rocas y otras prendas
Que al fuego calentaban
Y a las sábanas pasaban.
Hoy hay sábanas eléctricas.
Salimos de la cocina
Aún sin acabar esta
Porque el resto de mis tíos
Y mi padre, están de gresca
No se que pasara allí
Yo tampoco dice tecla.
Están en un pabellón
Que antes las cuadras eran
¡Vaya! Nunca había visto
cosa igual. Digo de veras.
Tienen veinticinco metros
Lo que llaman pesebreras
Con un pasillo en el centro
Para cuidar a las bestias
Sin peligro que hagan daño
Ni ellas reciban molestias.
A la entrada a la derecha
Encontramos la pajera,
Un atroje sin cebada
Una espuerta y una artesa
Para repartir comida
En el pesebre a las bestias
En esta cuadra ha habido
Juntas, ala vez te enteras
Catorce pares de mulos
Dos caballos y una yegua
La yegua criaba un potro
Y al abuelo paseaba
Eso un año y al siguiente
Volvía a quedar preñada
Así aguanto quince años
El abuelo la adoraba
Aún recuerdo aquel invierno
Que quedó muerta en la cuadra
¡Como lloraba el abuelo!
La abuela lo consolaba
No llores más Aniceto
Que llorar no arregla nada
No me puedo contener
Como pudo suceder
Una cosa tan macabra
A la yegua la mataron
Con la horquilla de la cuadra
Y accidente simularon
Jamás vi cosa tan guarra.
El abuelo despidió
A tres mozos de la cuadra
Y también el capataz
Marcho sin decir palabra.
Eso si les pagó bien
Algo que no merecían
Porque lo que ellos hicieron...
Si no hubiese sido el abuelo
Otro gallo cantaría.
Pero, en fin dejemos eso
Porque son aguas pasadas
Y por más vueltas que demos
Ya no resolveremos nada.
Sigamos el inventario
Hoy es lo más necesario,
Mira esta era la fragua.
Aquí se hacían aperos
Para trabajar el campo
Herraduras para herrar
Los mulos y los caballos
Un yunque, una bigornia
Varios martillos y mallos
Tenazas y tajaderas
Y otros utensilios varios
Que ignoro como se llaman
Y así no puedo nombrarlos
También hay u fuelle inmenso
Mis tíos han intentado
Moverlo, y han fracasado
Como respuesta me han dicho
Que se encuentra muy oxidado.
Esta es la pila del temple
Metían hierro dorado
Entre cuernos con aceite
Y lo sacaban templado
Aquí también aguzaban
Las rejas para el arado
La máquina del rincón
Le decían el taladro
Es un taladro de mano
Bastante sofisticado
Con un volante muy grande
Se encuentra en muy buen estado.
El volante, solo sirve
Para mantener constante
Avance y velocidad
Creo que eso es importante.
Lo de abajo es el carbón
Para encender el fogón.
Cuando el hierro está dorado
Se coge con las tenazas
Y se saca de las brasas
Y en el yunque con martillo
Poco apoco se moldea
Hasta el punto deseado.
Trabajos artesanales
Que requieren experiencia
Muchos años de carrera
Y también mucha paciencia.
El abuelo en un invierno
Se entretuvo solo a ratos
En las rejas de su alcoba
Y la hizo muy tupida
Para que no entraran gatos.
¡Que bonitas le quedaron!
Se nota, muy buenas manos
Y no les falta un detalle
Son la envidia de la calle
No lo hicieron los romanos
Esto lo hizo un castellano
Con el martillo en la fragua
Y solo bebía agua
Sudores le habrán costado
¿Qué más os puedo contar?
de este bendito lugar
Aquí se reunían ellos
Los ancianos del lugar
Contaban sus aventuras
Las mil noches y una más.
Esa era la tradición
Reunirse en un rincón
Ninguno como la fragua
Así suena de cajón
Si las paredes hablaran
Cuantas cosas nos dirían
Los secretos de chavalas
Que los viejos pretendían
Unas ciertas y reales
Otras pura fantasía
Así pasaban el rato
Y así pasaban los días
De aquellos largos inviernos
Con cabreos y alegrías
Y digo bien con cabreos
Que no es una fantasía
Que se cabreaban de veras
Si alguien gastaba una broma
A una moza, que otro la pretendía.
Esta es la primera parte
El resto para otro día
Que hemos de volver a casa
Tu a la tuya, y yo a la mía.
Veremos cuando volvamos
Si en un día terminamos
Hay faena todavía
Pues que queda, yo pregunto
Mucho queda mucho todavía
Quedan los cuatro pajares
Con trastos de la campiña
Aperos, muchos aperos
Los que el abuelo tenía
Ya veras cuando volvamos
Ya lo veras otro día
Espera que quiero hablarte
Espérame vida mía
Ahora cuando salgamos
Entra en mi coche enseguida
Y tu yo iremos juntos
Lo mismo que todo el día
Y no nos aburriremos
Te lo promete tu tía.
Vale tía así lo haré
Pero veremos que opina
Mi padre y mis otros tíos..
¡Actúa con valentía!
Así termina la historia
De este, mi primer día
De inventario me refiero
No cuento lo de mi tía.
Es otra historia distinta
Que os contare otro día
Hoy no porque estoy cansado
O mejor dicho agotado
J.Redondo
Autor: YUSEPE
Publicado por Águeda en 20:33 0 comentarios
Etiquetas: INVENTARIO DEL ABUELO
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1 comentario:
vaya tostón!
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