viernes, 14 de noviembre de 2008

De una dama era galán
Un vidriero que vivía
En tlemecen y tenia
Un gran amigo en, Tetuán.

Pidió le un día la dama
Que a su amigo
Le escribiera
Y una mona remitiera

Mas como siempre quien ama
Se desvela en conseguir
Por escoger una buena
Tres o cuatro envió a pedir.

El 3 o 4 escribió
En guarismo el majadero
Y como allí la o es cero
Esto el de Tetuán leyó

Amigo para personas
A quien tengo voluntad
Luego a punto me enviad
Trescientas y cuatro monas.

Hallose afligido el tal
Pero mucho más
Se halló el vidriero
Cuando vio
Ante su frágil caudal

Dentro de muy pocos días
Apearse con estruendo
Tres cientas monas haciendo
Trescientas mil monerías









La madre de un muchacho campesino
Ganaba que comer hilando lino
Y el muchacho grandísimo galopo
Le hurtaba una porción de cada copo

Juntando las porciones fue tejiendo
Con ellas un látigo tremendo
Pues iba seducido por la benigna idea
De zurrar a los chicos de la aldea.

Los ocios del amigo no eran buenos
La intención por lo visto mucho menos
Diose a pelar la rueca tanta prisa
Que hubo la madre de notar la sisa

Las consecuencias del relato no las digo
Sacarlas vosotros como hermanos
Que prefiero tener el recuerdo de un amigo
Aunque a este lo tachen de villano.
Yusepe

Nota: esta canción la cantábamos de chavales cuando hacíamos baile en la casa de la Villa con una guitarra que nosotros rasgueábamos aún sin tener ni zorra idea de música
La música era aquella que decía:
Marina…Marina…Marina
Contigo me quiero casar
Marina…Marina…Marina
Que tu eres la reina del Mar
Linda pescadora no nos abandones
No rompas más corazones
¡Ho! No…No…No

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